La mayoría de los conflictos de pareja no nacen de la maldad, sino del silencio. De esas cosas que no se dicen, que se dan por hechas o que se esperan en secreto con la esperanza de que el otro adivine lo que sentimos o necesitamos. Hoy quiero hablarte de algo tan simple como poderoso: la importancia de comunicar tus necesidades en la relación.
¿Por qué nos cuesta tanto decir lo que necesitamos?
Muchas personas crecimos con la idea de que hablar de nuestras necesidades es ser “exigentes” o “egoístas”. O quizá, cuando lo intentamos en el pasado, no fuimos escuchados y decidimos guardar todo para evitar sentirnos rechazados. Pero lo cierto es que amar no es callar, ni ceder siempre. Amar también es pedir, compartir y mostrar quién eres.
La autora Brené Brown, reconocida por sus investigaciones sobre la vulnerabilidad, afirma:
“La claridad es amabilidad”.Cuando comunicas con claridad lo que necesitas, estás siendo amable contigo y con tu pareja. No se trata de imponer, sino de abrirte desde la honestidad.
¿Qué pasa cuando no expresas lo que necesitas?
-
Acumulas frustración: empiezas a sentir que das más de lo que recibes.
-
Te desconectas emocionalmente: al no sentirte escuchado, surge el resentimiento.
-
Te vuelves indirecto: en lugar de hablar, esperas que el otro “se dé cuenta”, y si no lo hace, viene la decepción.
-
Se afecta la intimidad: una relación sin comunicación emocional profunda se vuelve superficial.
Ventajas de hablar con honestidad
-
Fortalece el vínculo: tu pareja sabrá cómo acompañarte mejor.
-
Te conoces más a ti mismo: al ponerle palabras a lo que sientes, entiendes tus emociones.
-
Evitas malentendidos: lo que se habla, se aclara.
-
Te empodera: pedir lo que necesitas desde el respeto es un acto de amor propio.
¿Cómo hacerlo sin miedo?
Aquí algunos consejos prácticos:
-
Elige un buen momento. No es lo mismo hablar después de una discusión que en un espacio tranquilo.
-
Habla desde el “yo”. Por ejemplo: “Yo me siento solo cuando pasamos tanto tiempo sin hablar”, en lugar de “Tú nunca estás”.
-
Sé específico. No digas “quiero más atención”, di: “Me gustaría que al menos una vez por semana saliéramos solos, sin celulares”.
-
Escucha también. La comunicación es un puente de ida y vuelta.
Un caso real
Hoy, ambos siguen juntos, y cada semana tienen un espacio para hablar de cómo se sienten.
Bibliografía
Brown, B. (2010). El poder de la vulnerabilidad. México: Urano.
0 Comentarios