Decir “te quiero” debería ser sencillo. Es una frase corta, llena de luz, que puede reconfortar, sanar e incluso salvar. Y sin embargo, hay quien la guarda dentro como si fuera un secreto demasiado grande para pronunciarlo en voz alta.

¿Por qué pasa esto?
¿Cómo es posible que algo tan pequeño en palabras sea tan enorme en emoción?


El miedo detrás de las palabras

Cuando alguien no puede o no quiere decir “te quiero”, rara vez se trata solo de falta de sentimientos. Más bien, se trata de miedo : miedo a ser vulnerable, a no ser correspondido, a quedar expuesto o a sentirse débil.

Como decía Brené Brown , investigadora especializada en vulnerabilidad y conexión humana:

“La vulnerabilidad es la base de toda conexión humana… pero también es lo que más miedo nos da”.

Decir “te quiero” implica bajar las defensas. Implica permitirse ser visto tal como somos. Y para muchas personas, eso resulta aterrador.


Heridas del pasado que siguen hablando

Muchas veces, la dificultad para expresar amor tiene raíces en la infancia. Personas que crecieron en entornos donde el afecto no era verbalizado o donde mostrar emociones era visto como una debilidad, aprenden desde pequeñas que las palabras cariñosas son innecesarias, peligrosas o incluso prohibidas .

Esto se relaciona con lo que el psiquiatra Boris Cyrulnik llama "resiliencia afectiva" : cómo las experiencias tempranas moldean nuestra capacidad para dar y recibir amor.

“Quien no recibió palabras de cariño, muchas veces no sabe cómo usarlas” , dice Cyrulnik.
Y no por falta de amor, sino por falta de modelo seguro para expresarlo.


El amor se muestra de muchas formas

No todas las personas necesitan decir “te quiero” para demostrar afecto. Algunas lo hacen con acciones: cocinando, escuchando, estando presentes. Otras lo expresan con silencios cómplices, miradas profundas o detalles cotidianos.

Pero cuando esa dificultad genera distancia, incomodidad o inseguridad en una relación, es importante preguntarse:

  • ¿Realmente no siento que “te quiero” o tengo miedo de decirlo?
  • ¿Qué me pasa por dentro cuando intento pronunciarlo?
  • ¿Tengo permiso para ser vulnerable?

Cómo empezar a cambiar esta dinámica

Si tú o alguien cercano vive esto, no se trata de forzar palabras ni fingir sentimientos. Se trata de entender por qué están bloqueadas y dar espacio para que salgan cuando estén listas.

Aquí algunos pasos útiles:

  1. Reconocer el valor de las palabras: saber que decir “te quiero” no siempre es señal de debilidad, sino de conexión.
  2. Practicar sin presión: empezar con frases como “me importas”, “te extrañé”, “me alegra verte”.
  3. Crear seguridad emocional: en una relación, sentirse seguro permite hablar sin miedo.
  4. Buscar apoyo profesional: muchas veces, trabajar esto en terapia ayuda a sanar heridas antiguas.

Invitación a nombrar lo que sentimos

El amor no siempre necesita palabras para existir. Pero a veces, decir “te quiero” no solo es un acto de afecto… es también un acto de valentía. Porque amar y decirlo requiere abrir el corazón, y eso, aunque suene romántico, también asusta.


💬 ¿Necesitas ayuda para expresar lo que sientes?

Si este tema toca algo en ti, si reconoces en estas palabras algo de lo que estás viviendo o simplemente necesitas hablarlo con alguien que te escuche sin juzgar, no estás solo/a .

Te invito a visitar mi blog donde encontrarás más artículos como este:

O si prefieres contactarme directamente, puedes hacerlo a través de:

📲 Instagram: @mentalizate7
🎙️ Escucha el podcast Mentelízate en todas las plataformas

Estoy aquí para acompañarte en tu proceso emocional, con empatía, ética y un enfoque humano.

Psic. Javier Peña