El deseo no solo se apaga por amor
Muchas personas llegan a consulta con preguntas como:
- “¿Ya no me quiere?”
- “¿Estoy haciendo algo mal?”
- “¿Es que ya no soy deseable?”
Pero cuando empezamos a hablar, muchas veces descubrimos que no se trata tanto de la relación como del estado emocional de cada uno .
El deseo sexual no es solo biológico ni exclusivamente romántico. Es también psicológico. Y muchas veces, se apaga no por falta de amor, sino por falta de conexión consigo mismo/a .
Como dice Esther Perel , especialista en relaciones y sexualidad:
“El deseo no vive solo en la pareja. Vive en nosotros. En cómo nos sentimos, en cómo nos vemos, en cómo nos permitimos sentir placer”.
Las razones pueden ser múltiples
La pérdida del deseo puede tener causas diversas. Algunas son visibles, otras pasan inadvertidas:
1. Estrés crónico
- El cuerpo agotado no prioriza el deseo.
- La mente ocupada no tiene espacio para la fantasía.
2. Baja autoestima
- Quien no se siente bien consigo mismo/a, difícilmente querrá mostrarse.
- “¿Cómo va a desearme si yo mismo/a no me quiero así?”
3. Depresión o ansiedad
- Estos estados alteran la libido y hasta eliminan el impulso sexual.
- No es pereza, es química cerebral alterada.
4. Heridas emocionales no cerradas
- Traumas del pasado, abusos, experiencias sexuales negativas.
- A veces el cuerpo dice "no" antes de que la mente pueda explicarlo.
5. Cansancio físico o cambios hormonales
- Estrés, menopausia, andropausia, medicamentos… todos influyen.
¿Cómo saber si es cosa de pareja o cosa interna?
Es importante hacer esta distinción porque no todas las caídas en el deseo significan que algo anda mal entre dos personas.
Aquí algunas pistas:
También es útil preguntarse:
- ¿Siento deseo hacia alguien más?
- ¿Me deseo a mí mismo/a?
- ¿Hay algo en mi vida que me está quitando energía emocional?
Cómo reconstruir el deseo desde adentro
Si el problema está más en uno mismo que en la relación, hay trabajo que hacer desde el autocuidado, la sanación y la autoexploración.
Algunas ideas útiles:
- Reconocer que el deseo no es obligatorio: no tienes que forzarlo.
- Buscar ayuda profesional: terapia sexual, terapia emocional o coaching relacional.
- Volver a conectarte contigo mismo/a: leer, escribir, escuchar música, meditar, tocarte con respeto.
- Crear espacios de intimidad sin presión: acostarse juntos, abrazar sin intención sexual, hablar sin culpar.
- Dedicar tiempo a ti: el deseo nace del bienestar personal, no solo de la pareja.
Invitación a explorar sin prisa
A veces, simplemente es señal de que necesitas detenerte. Escucharte. Sanar algo que no has nombrado.
Y si estás en pareja, quizás sea momento de conversar no sobre sexo, sino sobre cómo se están sintiendo.
💬 ¿Necesitas ayuda para entender qué está pasando contigo?
Si este tema toca algo en ti, si reconoces en estas palabras algo de lo que estás viviendo o simplemente necesitas hablarlo con alguien que te escuche sin juzgar, no estás solo/a .
O si prefieres contactarme directamente, puedes hacerlo a través de:
Estoy aquí para acompañarte en tu proceso emocional, con empatía, ética y un enfoque humano.
Psic. Javier Peña
0 Comentarios