¿Por qué les cuesta tanto expresar sus emociones?
No es falta de voluntad, es falta de herramientas. Muchos adolescentes no saben cómo decir que están tristes, porque solo han escuchado “no llores, eres fuerte”. No saben cómo pedir ayuda, porque han aprendido que “los hombres no se quejan”. No saben cómo decir que se sienten solos, porque si lo hacen, les dicen “pero si tienes amigos”.
Y así, el malestar emocional se queda atrapado dentro, y termina saliendo de otras formas:
- A través de la ira
- Del aislamiento
- De conductas impulsivas
- De la adicción
- Del autocontrol extremo o, por el contrario, del descontrol
El cerebro adolescente: todo fuego, poca brújula
Esto significa que:
- Sienten todo con intensidad
- Reaccionan rápido
- Pero les cuesta reflexionar antes de actuar
Como dice el neurólogo Francisco Mora, especialista en neuroeducación:
“El cerebro adolescente es como un coche con acelerador potente, pero frenos aún en construcción.”
Y sin herramientas emocionales, ese coche puede perder el rumbo.
Las emociones no dichas se convierten en síntomas
¿Cómo acompañar a un adolescente que no habla?
Aquí algunas claves:
- Escucha sin juzgar: No todo lo que dice es para discutir. A veces solo necesita ser escuchado, aunque diga cosas extremas.
- Normaliza las emociones: Frases como: “Es normal que te sientas así”, “a mí también me pasaba” o “no estás loco, estás viviendo algo fuerte” pueden cambiar todo.
- Usa otros canales de expresión: No todos hablan con palabras. Algunos lo hacen con música, dibujo, deporte o escritura. Apóyalos en eso.
- Evita el interrogatorio: En lugar de “¿qué te pasa?”, prueba con: “parece que hoy estás más callado… ¿todo bien?”.
- Sé modelo emocional: Si tú nombras tus emociones (“hoy estoy cansado, necesito un rato solo”), él aprenderá que está bien hacerlo.
Invitación a los adultos: no es indiferencia, es vulnerabilidad
💬 ¿Necesitas ayuda para conectar con un adolescente que no habla?
Si este artículo toca algo en ti —padre, madre, docente, terapeuta o incluso adolescente—, recuerda: el silencio no es falta de amor. Es falta de lenguaje, y ese lenguaje se puede aprender.
O si prefieres contactarme directamente, puedes hacerlo a través de:
Estoy aquí para acompañarte en tu proceso emocional, con empatía, ética y un enfoque humano.
0 Comentarios