¿Y si no es lo que parece? Aceptar la incertidumbre cuando las certezas se tambalean.

 



No hay nada más humano que buscar respuestas. En medio de una relación, cuando algo comienza a no encajar, solemos aferrarnos a pequeños indicios como si fueran pistas de una verdad oculta. Un mensaje ambiguo, una mirada distraída, una distancia inexplicable… Y así, poco a poco, vamos construyendo historias en nuestra mente que muchas veces no tienen mucho que ver con la realidad.

Uno de los escenarios más delicados es cuando alguien comienza a cuestionarse la orientación sexual de su pareja. No es algo sencillo. Implica tocar temas profundos: deseo, identidad, intimidad, proyección del futuro juntos. Pero también implica mirarse uno mismo: ¿qué temes que cambie si tus sospechas son ciertas? ¿Qué creencias tienes sobre la orientación sexual? ¿Qué te da seguridad en la relación?

Cuando estos cuestionamientos aparecen, muchas personas intentan encontrar pruebas. Revisan redes sociales, buscan coherencia en los relatos, analizan comportamientos… Pero muchas veces lo único que logran es aumentar la ansiedad. Porque al final, aunque quisiéramos tener una respuesta clara, la vida emocional no siempre funciona así.

Es importante recordar que la orientación sexual no siempre es lineal ni fácil de etiquetar , y menos aún cuando estamos hablando de otra persona. No se trata de “descubrir” algo que puede estar oculto, sino de preguntarse qué está pasando dentro de nosotros mismos: ¿estamos inseguros por algo que pasa en la relación? ¿Nos sentimos insuficientemente conectados? ¿Tememos perder algo que valoramos profundamente?

Lo primero que recomiendo a quienes atraviesan este tipo de dilema es detenerse. Respirar. Alejarse por un momento del impulso de interpretar cada gesto o palabra. Y empezar a preguntarse:

  • ¿Qué necesito sentirme seguro/a en esta relación?
  • ¿Estoy proyectando mis miedos o inseguridades en mi pareja?
  • ¿Cómo puedo hablar de esto sin acusar ni asumir?

Muchas veces, lo que buscamos no es una confirmación, sino una forma de sostener la conexión a pesar de la incertidumbre. Otras veces, el malestar viene más de nuestro propio miedo al cambio que de lo que realmente está sucediendo.

¿Y si soy yo quien ya no se reconoce en la relación?

También es importante abrir espacio para quienes viven esta situación desde otro lugar: aquellos que empiezan a reconocer que su orientación o identidad afectiva ha cambiado , o simplemente no encaja con la dinámica actual de la relación. Eso no significa que no haya amor, cuidado o respeto; muchas veces solo indica que uno mismo ha cambiado , y eso puede implicar decisiones dolorosas pero necesarias.

Si estás en ese lugar, es probable que ya hayas pensado miles de veces cómo decirlo, o incluso que hayas decidido callarlo por miedo al dolor que pueda causar. Aquí va un consejo clave: Habla desde tu verdad, no desde tu culpa.

Decirle a alguien que ya no te ves en esa relación por cuestiones de identidad o preferencia sexual puede parecer un acto de ruptura, pero también puede ser un acto de amor: el amor por ti mismo, por tu autenticidad, por tu derecho a vivir coherentemente.

Para hacerlo con respeto y claridad:

  1. Prepárate emocionalmente: busca apoyo terapéutico si es necesario. Hablar de esto puede activar muchos sentimientos complejos.
  2. Elige el momento adecuado: busca un espacio tranquilo, sin distracciones, donde ambos puedan expresarse.
  3. Habla con honestidad, sin culpar: evita frases como “esto nunca fue lo que quería” o “siempre me faltó algo”, y enfócate en lo que sientes ahora: “He descubierto cosas nuevas sobre mí, y siento que ya no puedo seguir fingiendo”.
  4. Da tiempo a la reacción ajena: la noticia puede ser impactante. No esperes entender todo al instante, ni exijas comprensión inmediata.
  5. Cuida tu proceso personal: romper una relación por razones tan íntimas puede generar dudas, arrepentimiento o culpa. Permítete sentir y sanar.

¿Y después?

Sea que estés del lado de quien pregunta o del lado de quien responde, recuerda que amar también es aceptar que no tenemos todas las respuestas . Y seguir caminando, aunque el camino esté lleno de sombras.

Si estás atravesando una situación así, no estás solo. A veces, solo hace falta un espacio seguro para poder nombrar lo que llevamos dentro.

¿Necesitas ayuda para caminar este proceso?

Creo profundamente en la posibilidad de transformarnos, aunque el camino a veces parezca incierto. Si sientes que puedo acompañarte en tu proceso por medio de la terapia psicológica, no dudes en contactarme. Juntos podemos crear un espacio seguro donde puedas soltar lo que pesa, mirar lo que duele y encontrar lo que te sostiene.

Te invito a seguirme en Instagram y escuchar el podcast Mentelízate , donde seguimos explorando estas y otras formas de cuidar la mente, el corazón y las relaciones.

🫂 Tu bienestar importa. Y no tienes que vivirlo solo.
📲 Encuéntrame en @mentalizate7 y @psicjavi

Psic. Javier Peña

Publicar un comentario

0 Comentarios